24 junio 2008

The green thing



Hace poco estuve en un evento en el que conocí Green Thing, una web sin ánimo de lucro que busca que nos comprometamos voluntariamente a una acción cada mes que nos haga más ecológicos, pero que sea divertida. La idea de ver el compromiso como diversión en vez de como sacrificio me gustó, pero lo mejor es cómo tienen montada (en inglés por ahora, eso sí) la página para explicar las acciones de cada mes con fotos y vídeos chulos como el de arriba, que ilustra la acción del mes de abril, Short Sharp Showers (algo así como "duchas cortitas y al grano"). Huelga decir que por lo menos ésta en mi casa la llevamos a rajatabla... pero ésa es otra historia.


¿A qué es graciosa la mascota (literalmente, the green thing) de la página? Yo quiero una por navidad...

13 mayo 2008

Imagimagia

No es que me encante escribir por encargo ni participar en concursos de relatos, sólo es que a veces uno necesita un empujón y una idea para que salgan de corrido noventa y nueve palabras. Sin más:

Imagimagia

Sobre la cabeza una pompa como de jabón crecía y tomaba textura de nube regordeta y sabor a merengue. Dentro de la pompa, muñequitos sin brazos con camisas de colores andaban a saltitos y charlaban sin hablar. Un dragón rosa y morado vino y se los comió; después salió volando con la boca cerrada. En medio de la pompa, una canica de metal brillante comenzó a rodar, haciéndose más y más grande según se acercaba...

El niño giró la cabeza. Instantáneamente, la pompa se hizo pequeñita y ¡pop! desapareció. No hay mejor viaje que el de la imaginación.


22 abril 2008

De dones y látigos (y III)

(Parte I) (Parte II)

¿Quién creerá que exista la misteriosa moira que, moviendo sus hilos, se encargue de convertir en hechos los fugaces pensamientos negativos que, por debilidad, nuestros felices prójimos nos inspiran? Qué absurda superstición pensar en una mano mágica que agite el supuesto látigo que lleva aparejada la felicidad...

La proposición, así expresada, me parece también a mí un sinsentido. Y sin embargo, en mi fuero interno, no sé por qué, parecen encajar las mismas piezas si vistas desde otro ángulo. Me parece casi hasta lógico que el simple hecho de que exista un deseo de que algo no se produzca, de que vaya mal, de que se tuerza, lo hace más probable. Al fin y al cabo, cambiando el objeto de deseo, ¿no parece sensato afirmar que la fuerza de los deseos de la gente hace también que ocurran los grandes bienes, y que cuanto más se desean y por más gente más probable es que, por unas cosas o por otras, se hagan realidad? Concededme al menos mi tesis en su mínima expresión: no hace ningún bien (sino, añadiría, más bien algún mal) a uno que le deseen mal, sea cual sea el grado de intensidad y realización de ese deseo avieso.

¿Será pues ése el látigo de la persona feliz? ¿Lo es sólo si se asume la inocencia del que mal desea, disculpándole su envidia o, si ni siquiera es el caso, su desliz? ¿Lo es sólo si, además, se asume una cierta culpabilidad del feliz en el desliz dicho? No lo creo. Haría falta enfangarse en discusiones éticas que se me escapan para repartir con el mejor criterio la culpa entre el feliz y el del deseo, pero creo que esa cuestión no importa; al fin y al cabo, si es cierto que el mal deseo al mal llama, no es justicia sino propio interés lo que moverá al feliz a hacer lo que en su mano esté para, de la manera que sea, evitar las ocasiones en que sus prójimos puedan caer en un semejante desliz.

Cada minuto porfiando por agrandar mi felicidad, cada segundo trabajando por su social aceptación. He ahí el supremo látigo, aquél al que todos aspiramos...

21 abril 2008

Thaimalay

Después de mucho dar vueltas (y las que me quedan) voy teniendo más claro mi plan para este verano. Y el primer paso es contároslo...

¿Qué? Un viaje, no podía ser de otra manera... ¿Dónde? Al sudeste asiático. Más concretamente, Tailandia, Malasia, Singapur, ¿Brunei? ¿Con quién? Sin decirle que no a nadie, yo solito. ¿Cuándo? Pues no lo sé, en verano, pero al menos durante tres semanas, ésa es mi intención. ¿Por qué? Qué pregunta...


Del destino, por muchas razones. Porque me parece extremadamente atractivo y distinto, porque tengo muy buenas referencias (sobre todo de Tailandia), porque conjugan cultura, paisajes, playa y diversión, porque es "Asia para principiantes", que es lo que soy yo (son destinos bastante seguros por lo que se cuenta y con larguísima tradición de recibir turistas extranjeros), porque es un cambio respecto a mis últimos destinos... En fin, creo que casi todos estaréis de acuerdo en que los destinos son muy atractivos.

De la compañía, también por unas cuantas razones... La principal es que me apetece mucho elegir y organizar libremente mi viaje; eso es supone casi con total seguridad que no habrá quien se pueda amoldar, por diferencias en los destinos, las fechas, los presupuestos o las intenciones. Ése es realmente mi objetivo: irme solo es tan solo una consecuencia que anticipo y de la que me intentaré aprovechar. Además, parto de que viajar solo me obligará a trabar mayor relación con quien me encuentre en el camino, ya sean oriundos o viajeros como yo. Esto es algo a lo que no estoy nada acostumbrado en mis viajes, y siempre he sentido que es algo que me estaba perdiendo; ahora bien, no os creáis que no veo en ello un reto bien grande, que quienes me conocéis sabéis que no soy el tío con más desparpajo del lugar. Veremos qué ocurre...

Así que esos son mis planes. Multitud de dudas me asaltan: ¿cómo reparto mi tiempo? ¿Qué lugares debo visitar? ¿Con qué debo tener cuidado? ¿Cuáles son los mejores alojamientos? ¿Y los medios de transporte? ¿¿Estaré cometiendo un error?? ¡Ayuda! Espero vuestros comentarios, aquí y/o en persona. Los que hayáis estado por allí, cualquier consejo será bienvenido. Y los que no, ¡opinad libremente! Os lo agradezco de antemano.

Siempre vuestro...

17 abril 2008

Cámara bluetooth

Decidme si esto es una tontería o está ya inventado, porque a mí me gustaría tenerlo y no lo consigo encontrar...

Cada vez aumenta más la necesidad de compartir mis fotos con mi gente, cuanto más rápido y fácil mejor. Si las hiciera con mi móvil (y dejando de lado el precio de la conexión), probablemente una de las mejores opciones sería subirlas automáticamente a Flickr desde algún cliente móvil. Sin embargo, la mayoría de mis fotos no las hago con mi móvil, con lo cual quedan irremisiblemente atrapadas en mi cámara hasta que, siempre mediante conexión física (por cable o conectando la tarjeta de memoria) las paso a mi ordenador.

¿¿Por qué nadie hace una cámara con bluetooth??

Una cámara con bluetooth sería genial para mí:

  • Me permitiría bajar las fotos a mi ordenador de forma mucho más natural, sin necesidad de acordarme del cable ni desmontar la cámara para sacarle la tarjeta, ¡sin siquiera tener que sacarla del bolsillo!

  • Me permitiría, con un servicio adecuado, compartir mis fotos en la red automáticamente, en el momento de hacerlas, conectándose a través de mi móvil
Muchos diréis que ya tengo lo que necesito: mi móvil tiene cámara y bluetooth (como todos, o casi). Sin embargo, las fotos con el móvil tienen su función, y las fotos con la cámara de verdad la suya. Las cámaras de los móviles mejorarán cada vez más, pero las restricciones de tamaño (y, en definitiva, que no son para eso) impiden que puedan abarcar todos los usos de las cámaras normales. ¿Significa eso que debo renunciar a que mis fotos con cámara de verdad sean fotos conectadas? Yo creo que no...

08 abril 2008

De dones y látigos (II)

(Parte I)

Tu amiga María es más guapa que tú. Esa sonrisa, esos ojos, y claro, también tiene mejor tipo.

Por ahí viene María.

Es tu amiga desde siempre, desde antes que saber qué es ser amigas. Ni siquiera lo piensas, si algo interesante te ocurre durante el día, si algo te aflige o simplemente te apetece criticar a alguien que te caiga mal, vas primero a María. Y casi siempre acabáis riéndoos...

- ¡Hola María!

A María le va bien con su novio. Es un chaval supermajo, que se ha convertido ya en otro amigo tuyo más, y la trata muy bien. En el trabajo tampoco se puede quejar: siempre soñó ser pediatra, y además ejerce a cinco minutos andando de su casa.

María te cuenta ilusionada que su novio y ella se han pedido unos días en el puente para irse de vacaciones ¡a la Costa Azul! A ver si hay suerte y les conceden los días. Sonríes. Sientes alegría por ella, pero también amargor. Por un fugaz momento sientes que no quieres que les den el permiso. Pero es sólo un instante.

Al día siguiente, viene otra vez María. Sigue con sus ojos y su sonrisa; te cuenta que al final, qué mala pata, su novio no ha conseguido las vacaciones y no se pueden ir. Y te sientes mal porque - es inevitable - piensas que tu pensamiento fugaz, por un mecanismo tan arcano como infalible, ha tenido algo que ver.

Pero también es un instante, porque la vida pasa y no hay tiempo de mirar atrás. Y, como casi siempre, acabáis riéndoos María y tú.

(Parte III)

07 abril 2008

Proyectos recientes y futuros

Y cuando más haya, más contaré.

25 marzo 2008

Legitimación del frikismo

Leo en the human network (un blog que me encanta [lo veréis en los enlaces de la derecha como Hyperpeople, tengo que actualizar el nombre] - ¿cómo consigue Mark Pesce decir tantas cosas con sentido y fácilmente comprensibles hablando de temas tan etéreos?) un artículo brillante sobre los wikis, en el que, ya puestos, se incluye un mensaje que a mí me ha llegado más: una suerte de legitimación antropológica y social del fenómeno friki.

El autor no menciona en ningún momento esa palabra, pero habla claramente de la misma cosa: la especialización a la que se llega a través de la obsesión bien entendida. Explica cómo, en la prehistoria, esas obsesiones aumentaban las posibilidades de supervivencia. Y cómo hoy en día cada persona pasa invariablemente por obsesiones por etapas - una muy común en los niños que comienzan a hablar es la obsesión por el lenguaje. Cuenta además cómo su forma de ser, de un agudo frikismo, le ha causado problemas en la vida (sin ir más lejos, es causa de su carencia de un título universitario) pero le ha llevado a grandísimos éxitos en su carrera profesional.



Frikismo es ser diferente. Es destacar. Es apasionarse. Y es estar orgulloso de ello. Todas ellas son cualidades que quien me conozca sabe que no son mis preferidas. En un test DISC, obtuve SCI: perfil "pacificador". O sea, que soluciono conflictos, allano irregularidades, suavizo discrepancias, igualo diferencias. Y más allá del test, así soy...

Y sin embargo, de un tiempo a esta parte, me estoy radicalizando en mis frikeces, y, sobre todo, convenciéndome de la importancia (¡de la necesidad!) de ser friki (en sentido amplio). Iniciar un blog fue la primera piedra de ese camino...

23 marzo 2008

Arte y matemáticas

Hace unos días tuve la oportunidad de visitar la exposición Genau+anders ("exacto y diferente") del MUMOK de Viena y quedé entusiasmado... De un plumazo, quedaron legitimadas (para mí, claro) algunas de mis frikeces más arraigadas, y además pude ver maravillosas obras de arte realizadas con la premisa básica de plasmar simples relaciones numéricas o matemáticas.


Dos me gustaron por encima del resto: las Quince variaciones sobre un mismo tema de Max Bill, en las que partiendo de una serie de polígonos regulares de igual lado se obtienen dibujos geniales, como el que veis arriba; y el descubrimiento de Perspectiva Corporum Regularium, un compendio de poliedros cuidadosamente ordenados y deliciosamente dibujados en un libro que data del siglo XVI. A ver si me hago con ellos...

19 marzo 2008

De dones y látigos (I)

Decía Capote (a mí esto me lo contó Almodóvar, principiando Todo sobre mi madre) que "...cuando Dios nos ofrece un don, al mismo tiempo nos entrega un látigo, y éste sólo tiene por finalidad la autoflagelación.”. Yo, que soy pródigo en dones (nótese que esta afirmación no tiene nada en absoluto de pretenciosa ni un átomo de vanidad, pues un don es, por definición, algo que viene dado y en lo que el receptor no tiene ni arte, ni parte, ni por supuesto mérito ninguno; creo además que cabe solamente - y es bueno y saludable - hacer repaso íntimo de los dones de uno mismo, agradecer al Dios que menciona Capote - si se cree en él - los que se tienen y ser conscientes lo antes posible de los que se carecen), estoy también orgulloso de mi látigo, que es largo y áspero y golpea a menudo, aunque claro, nunca tanto como a yo-látigo nos (me) gustaría.



Si fuese un don, estaréis conmigo que el don supremo sería la felicidad. Al fin y al cabo, vale más que ser guapo, saber mover las orejas, tener buena mano para la pintura, un alto coeficiente intelectual o una flexibilidad especial en los abductores; digamos que todos ellos son las herramientas con las que contamos, en el punto de partida, para alcanzarla. Entonces, ¿puede ser que ese don supremo lleve aparejado su supremo látigo?

(Parte II) (Parte III)

06 marzo 2008

El inadaptado

El otro día me encontré a la mujer, todo emperifollada y en su salsa mientras esperaba a que estuviese listo el café que su compañero se estaba sacando de la máquina. ¿Eso te vas a tomar?, reía ella, señalando la máquina que chirriaba y gruñía y jugaba -tal sonaba- con los ingredientes del brebaje.


Yo, que pasaba por allí, sin pensarlo dos veces le espeté: "Dentro de cada una de estas máquinas hay un enano que, cuando cae el dinero, prepara a toda prisa el café y lo sirve por la ranura. Son unas condiciones de trabajo bastante insalubres, y se cobra sólo el salario mínimo, pero claro, siendo enano, y dejando de lado el circo, hoy en día está bastante complicado encontrar un trabajo...". Con cara espantada, la mujer se giró hacia mí, dio dos pasos titubeantes y salió apresurada de la sala sin decir ni mu.

01 marzo 2008

Descuido

El otro día, un amigo mío se olvidó el abrigo en el maletero de mi coche. Cada día me sorprende verlo al entrar en mi habitación. Su abrigo me trae recuerdos de él, de su descuido, de los buenos momentos juntos, de que ya no nos vemos tanto como antes.



Sed mis cómplices, por favor, y no me gritéis cuando, haciéndome el descuidado, vaya dejando mis cosas en vuestro camino…

26 febrero 2008

Diario de un lunes de febrero

Hay ciertas cosas en la vida que nos la facilitan, que reducen la entropía a nuestro alrededor, que no son imprescindibles más que cuando faltan. Un gris y lluvioso lunes de febrero no es, estaréis conmigo, el día para perderlas.

La melancolía es un día de la semana. Esta mañana, el agua caía casi en todos sitios menos de la ducha. Ya lo sabía, pero ir sobre aviso no me ha quitado la mala cara: al fin y al cabo, conocer el problema es sólo el primer paso para solucionarlo. Con la mochila, aun así, cargada de ilusión como en los años de estudiante, he salido de casa hacia la parada del autobús.

Que está bien pensado, desde luego, ponerse en huelga la mañana de un lunes de febrero – yo también lo habría hecho, lo digo a toro pasado, pero durante los cuarenta minutos de espera, de paseos por los rectángulos de cemento huérfanos de marquesina, no era en eso en lo que pensaba. Convencido de que el esquivo autobús no hacía sino esperar tras la esquina a que yo tomase esa decisión, he vuelto a casa a por las llaves del coche. Estaba furioso y me sentía tonto, pero he preferido camuflar ese sentimiento con la autoinmolación de saber que, gracias a mi huida, la espera del resto de los pasajeros se acabaría en un tris.

Una hora más tarde de lo habitual, he llegado al trabajo para llevarme el peor mazazo del día, el único realmente importante, el que además golpea a un compañero que menos lo merece. Una noticia inesperada, aunque espero de corazón que reversible.

De vuelta a la rutina gris, este lunes me ha sorprendido, oh creciente coûp de théâtre, con la pérdida de una más de esas comodidades que en su diario funcionamiento pasan inadvertidas. Prescindir de la ducha caliente por la mañana, del autobús que te mece camino del trabajo y del correo electrónico que lo vertebra, organiza y hasta resuelve, el mismo lunes gris de febrero, ha sido duro: para empezar, de aceptar.

Al final, ocupado en arreglar el correo y volverlo a romper, en realizar la mitad del trabajo del día anterior y pensar en lo que se acumula para el siguiente se ha pasado la jornada laboral. Serpenteando por las carreteras de Madrid en hora punta, he llegado a mi siguiente destino, y después a casa.

Al llegar, he descubierto que, en algún punto de la historia, he perdido las llaves de casa; pero también que allí me esperaba una cena rica, un rato tranquilo y un espacio en el que poder contarlo.

Porque al fin y al cabo mañana, hoy ya, es martes…

05 febrero 2008

Formas

Cuando era pequeño y estudiaba diseño en el colegio me encantaba imaginar objetos geométricos tridimensionales y, a falta de tiempo y (sobre todo) ganas de darles volumen físico con cartón y pegamento, los plasmaba en el plano dibujo de sus vistas. Aunque con menos frecuencia, conservo aún la afición (friki friki) y por eso os dejo aquí unos pedacitos de espacio, para que los imaginéis (¿sois capaces de verlos en el espacio?), los dibujéis en tres dimensiones o los construyáis... Si lo hacéis, me encantaría verlos - sentiría, a escala microscópica, lo que un arquitecto que ve por fin en pie su edificio.



Las reglas: arriba el alzado, debajo la planta, a la derecha el perfil izquierdo; las líneas en rojo son las que se ven "a través" de la figura; todas las figuras tienen volumen.

02 febrero 2008

París




Tirando de mis fotos antiguas para probar Sprout, que, aunque aún está en beta, me ha gustado mucho... aunque parece que le cuesta que suene la música... :-(.

Mientras lo probaba me he acordado del sorprendido (no me extrañaría que se me haya colado alguna foto suya...), de Gonzalo (que una vez más me ha hecho descubrir una canción exquisita), de Marta (que fue quien primero me llevó a París), de César (que no andará muy lejos de Darjeeling)...