Cómo mejorar la Noche en Blanco
El pasado sábado Madrid vivió su Noche en Blanco, y muchos se quedaron con un agridulce (o, sin paliativos, agrio) sabor de boca. No sé si servirá de mucho, pero no me quedo sin volcar al mundo mis sugerencias (que seguro que son las de más gente) para mejorar la experiencia:
- Cuando todo el mundo está en la calle, los autobuses no pueden andar... Está bien mover las cabeceras de los búhos alejándolas del meollo, pero ¿cómo nos movemos por el meollo, cuando estamos a un par de kilómetros de nuestra parada, y la calle es una riada humana? Nada de refuerzos en las líneas de autobuses, lo que hace falta es el metro toda la noche. Las personas en la calle, y el metro por debajo. Así de fácil.
- Es decepcionante que este evento se publicite como la noche en blanco, y su horario se fije de 21 a 7, cuando la inmensa mayoría de las actividades habían acabado a las 2. Si a eso se añaden las larguísimas colas, se hacía prácticamente acudir a dos eventos programados en la noche. ¡Diez horas y ni siquiera dos eventos! Mi sugerencia: las exhibiciones (museos y demás), abiertas toda la noche; y las representaciones, escalonadas, como en la operación salida. Unas a las 21, otras a las 23, otras a las 6, otras a las 3:30... Desperdigadas por todas las horas que da la noche.
- Muchos se pasaron la noche en blanco, preguntándole a la luna (metafóricamente, que la real estaba oculta tras los nubarrones) qué hacer durante la eterna espera en las colas. Para mitigar este problema, se podrían ofrecer las entradas de las representaciones vía web, y efectuarlas en varias sesiones repetidas a lo largo de la noche.