06 marzo 2008

El inadaptado

El otro día me encontré a la mujer, todo emperifollada y en su salsa mientras esperaba a que estuviese listo el café que su compañero se estaba sacando de la máquina. ¿Eso te vas a tomar?, reía ella, señalando la máquina que chirriaba y gruñía y jugaba -tal sonaba- con los ingredientes del brebaje.


Yo, que pasaba por allí, sin pensarlo dos veces le espeté: "Dentro de cada una de estas máquinas hay un enano que, cuando cae el dinero, prepara a toda prisa el café y lo sirve por la ranura. Son unas condiciones de trabajo bastante insalubres, y se cobra sólo el salario mínimo, pero claro, siendo enano, y dejando de lado el circo, hoy en día está bastante complicado encontrar un trabajo...". Con cara espantada, la mujer se giró hacia mí, dio dos pasos titubeantes y salió apresurada de la sala sin decir ni mu.

4 comentarios:

la_de_burgos dijo...

Dime si pasó en serio...

Diego dijo...

¡Ja! :-) Todo lo que está en relatos es ficción, a veces con alguna inspiración en la realidad (pequeña o grande) pero nunca totalmente real...

Esaque dijo...

Pasó en tu mente, a mí eso me parece suficiente verdad.

cesar dijo...

Para la que seguro que fue real es la mujer emperifollada ;-)