No vivo en una república bananera
Llevo un tiempo siendo bombardeado con un montón de noticias que me impactan concernientes a las recientes elecciones municipales y autonómicas españolas. Creo que son noticias que a veces pasan inadvertidas, otras provocan la risa ocasional y casi siempre caen en olvido antes de que acabe el café en que se discuten. De ese olvido rescato aquí un par de ellas:
- El autobús de campaña (de dos pisos) del PP de Alcalá de Henares (que lidera Bartolo 2007, anterior y futuro alcalde) se avería en la céntrica plaza de Cervantes, justo enfrente del balcón que el PSOE había engalanado con sus pancartas de propaganda, resultando por ende de todo punto inamovible. Aprovechando la azarosa coincidencia, un concejal del PP y treinta amigos trepan por el autobús al balcón, a ver qué encuentran.
- Alrededor de una hora después de que se hagan públicos los primeros escrutinios, Celia Villalobos proclama pletórica que las elecciones han sido un éxito rotundo para el Partido Popular. Unos segundos después, preguntada por las alcaldías y autonomías en las que su partido iba a perder el poder, pregona la prudencia infinita como única valoración posible en tan prematuro estado del escrutinio.
- En ese mismo espacio, casi al alimón con su compañera de profesión, Carme Chacón proclama pletórica que las elecciones han sido un éxito rotundo para el Partido Socialista. Unos segundos después, preguntada por el descalabro que su partido iba a sufrir en Madrid, pregona la prudencia infinita como única valoración posible en tan prematuro estado del escrutinio.
Si cae mejor el político que menos promete en vez del que más cumple, si el photoshop y los liftings se alían contra el tiempo y la vergüenza en los carteles, si la gente ha votado claramente "en clave local" o "en clave nacional" según me convenga, si todos los partidos hacen fiesta para celebrar los resultados porque todos han ganado las elecciones, y son capaces de sostener esa opinión ante una pantalla de claros y objetivos datos... No, está claro que no vivo en una república bananera, porque España es desde hace muchos años una monarquía constitucional.