10 enero 2007

Un día cualquiera

Ocho menos cuarto de la mañana. Un ligero zumbido comienza a oírse en la habitación, acompañado de una suave cancioncilla de creciente volumen. d1390 se revuelve en la cama y mira el reloj: "¡No puede ser! Aún no es la hora de despertarse...". Pero no es el despertador lo que suena, sino el teléfono. "¿Sí?". Esa palabra es interpretada por su ordenador domótico como comando para descolgar y atender la llamada. De forma automática, detectando la posición de d1390, el sistema proyecta en la pared de enfrente de su cama la imagen brillante de su amiga 54r4. "¿Qué haces ahí tirado todavía?", ríe ella. Él había olvidado por completo que había quedado para salir a correr esta mañana antes del trabajo. "Estás hecho un desastre...", de nuevo ríe 54r4. "Mejor le iría a mi salud con unas horas más de sueño que de carreras por el parque", piensa él, pero no lo dice.

En pleno esplendor de colores otoñales, el parque es una delicia fotográfica además de natural. Nada más llegar, d1390 hace una foto de los árboles con su móvil. "A ver cómo te ha quedado", inquiere 54r4, sacando su móvil del bolsillo. Éste ha detectado la proximidad del dispositivo de d1390, con lo que la conexión entre ambos se ha establecido de manera automática, ya que d1390 y 54r4 son miembros de la misma comunidad en una red social. 54r4 tiene por tanto acceso a todos los archivos de d1390, excluyendo los privados, claro. "Qué bonita...". "No tiene mucho mérito", piensa él, "con tanta belleza como aparece ante mis ojos", pero también esta vez calla, no le vendrá mal apuntarse un tanto después del olvido de esta mañana...

"¿Has visto, d1390?", le interrumpe 54r4 en su reflexión. "¡Puedo escuchar la última canción de David Bisbal! Vaya detalle del servicio de cortesía del parque...". En una nueva medida del ayuntamiento para favorecer la práctica del deporte y promocionar los entornos naturales, el servidor del parque regala a todos los usuarios la posibilidad de escuchar una gran variedad de música de manera gratuita, mientras que sus coordenadas de localización estén dentro de los límites del parque. Para no abrumar a los usuarios con tan grande selección, el motor de recomendaciones sociales del servidor se ha puesto en marcha y ha detectado la gran afición de 54r4 por los "oldies" de principio de siglo en general y David Bisbal en particular. 54r4 echa a correr encantada al ritmo de la pachanga, y un oxidado d1390 la sigue a duras penas. "Esto va a ser duro...", piensa, y, echando un vistazo al móvil, advierte su "regalo", que el dispositivo le acaba de sugerir: "Menos mal que al menos me acompañará Brahms..."


Gracias a David que, en persona y en su blog, me inspiró, aunque las
meteduras de gamba y las ensoñaciones fantasiosas de esta historieta son sólo mías...

2 comentarios:

Gonzalo dijo...

Estás hecho todo un creador, querido hermano. No creas que no te envidio por ello.
Me ha parecido percibir algún que otro punto de encuentro entre ese "oxidado" d1390 y el autor de la historia, no sé por qué...
Está bien la cosa. Te lo dice un tipo cuya imaginación sobre el futuro está ahora más limitada que nunca por el influjo de Futurama. Good effort, que dirían los de la Eurosport.

Anónimo dijo...

Si, soy parte culpable de tu nueva afición, lo reconozco.

Estoy convencido que tienes muchos temas interesantes que contar.... esperaré ansioso las entradas que vayan surgiendo en tu espacio de reflexión.

Un abrazo, folk!

PD. ¡Eres carne de somos-azules, chaval!