17 octubre 2007

Mentiras y mentiras

Siguiendo la línea errática de mis últimas entradas, se me ocurrió en el autobús que existen mentiras y mentiras. Mentiras para echarse un órdago, para intentar conseguir algo, que salen del amor propio y la autoestima, como cuando pones que tienes nivel alto de inglés en tu currículo, o las mentiras de los comerciales o los políticos. Y mentiras que nacen de la vergüenza, para ocultar algo que no se puede admitir o que da miedo, como cuando dices que no te huelen los pies o que no compras La Razón, como las excusas del que pillan in fraganti. Ambas producen una ráfaga de adrenalina, pero en un caso te da alas, mientras que en otro te paraliza. Unas nacen de la autoconfianza, y otras surgen por falta de ella. Y mi conciencia es mucho más implacable conmigo por las segundas que por las primeras. Eso si yo alguna vez mintiese, claro :-).

3 comentarios:

la_de_burgos dijo...

Mentir, mentimos todos y a todos.

Y las segundas, bien inventadas, pueden llegar a ser muy divertidas. Mirad a Miguel y Miriam, jeje

lespagnol dijo...

O como cuando decimos que un tipo de mentira es decir que tienes un nivel alto de inglés ;-)

Por cierto, tu QR Code es demasiado complejo para mi teléfono!

Esaque dijo...

No conozco mentiras de las primeras. Y si me puedes dar un ejemplo, dudo que me lo vaya a creer de verdad. De verdad de la buena...porque también habrá distintos tipos de verdades, ¿o no?
Un beso. Ah, y me consta que si tú dices que tienes un nivel alto de inglés no estás mintiendo.
Kisses, beloved knight-errant!