03 agosto 2007

Que bote Contador

Éste es Alberto Contador, recientísimo ganador del Tour de Francia 2007. Seguro que le habéis visto hasta en la sopa estos últimos días, desde ese mágico domingo, 29 de julio... Estaba cantado, Contador había resistido los envites de sus rivales en la contrarreloj del día anterior y el Tour estaba sentenciado, pero lo exiguo de su renta nos inquietaba: no sería la primera vez, nos repetíamos, expertos advenedizos y repentinos del deporte de las dos ruedas. Por eso, ese domingo, cuando Contador y todos los demás cruzaron la línea de meta que, como siempre, yacía en los Campos Elíseos de París, respiramos de alivio y de satisfacción, nos sonreímos y hasta nos emocionamos, dispuestos a celebrar como se merece tamaña gesta de nuestro deporte. Los pinteños y todos los madrileños, los barcarroteños, los extremeños y muchísimos otros leños habitantes de nuestra geografía nos lanzamos a las plazas, las calles y las fuentes en inusitado jolgorio, saltamos, bailamos y nos abrazamos, reímos y hasta nos mojamos en agua, champán y otros líquidos algo más modestos... De ello dieron buena cuenta todos los medios de comunicación, que elevaron a sus primeras planas este hecho de singular valor deportivo y humano, y se esforzaron por hacer llegar a todos los rincones esta euforia magnífica y redonda.

Seamos sinceros: ¿quién de vosotros conocía a Alberto Contador hace un par de semanas? ¿A cuántos de los enfervorizados jóvenes, pinteños o de otros pagos, que celebraban descamisados y empapados la victoria de Contador les gusta realmente el ciclismo? ¿Cuántos de entre ellos, y los miles más que más por edad y por formas que guardar que por falta de ganas se conformaban con abarrotar las plazas mayores en Madrid y Extremadura, se habrán subido encima de una bicicleta alguna vez en, digamos, los últimos diez años? ¿Cuántos, si se puede saber, habrán seguido fielmente el Tour, la Vuelta, el Giro o la Marcha Cicloturista de Pinto (si es que existe) estos últimos años sin Contador? ¿Cuántos de entre ellos, me atrevería a preguntar, no sabrían definir con precisión lo que es una contrarreloj?

No importa. Somos así. En el fondo nos da igual Contador, el Tour, la Champions o el Mundial de Piedra Papel o Tijera. Hoy está de moda el deporte, y ésa es la excusa. Porque lo que realmente nos gusta a nosotros es la FIESTA. Salir en la tele descamisaos, empapados de champán y dando botes de alegría, que por un día no te echen la bronca por bañarte en la fuente del pueblo, que se monte un botellón guapo con la aquiescencia de policía y autoridades, dejar lo que quiera que estuvieras haciendo y salir a celebrar, qué más da por qué. Y a ver quién es el guapo que nos culpa por ello...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sociedad Mundia de Piedra Papel o Tijera?!?! :O

"Nos gusta (...) Salir en la tele descamisaos, empapados de champán" ?!?!?!
Y yo que pensaba que lo tuyo eran los concursos para listillos...

GENIAL!!!!!!!!!

Me ha encantado

Diego dijo...

¡Gracias!

Que conste que yo, a Pinto, no fui... :-)

cesar dijo...

Bueno, yo creo que también lo que le gusta a la gente es que algún compatriota suyo gane a gente de otros países. De una forma psico-mágica es como si hubiesen ganado ellos, como si parte del sudor fuese suyo. O al menos pueden decir "yo soy español como él", la misma sangre victoriosa corre por mis venas. Y esto no es exclusivo de los españoles...